PROCESOS Y CONFLICTOS POLÍTICOS
La
población nativa del archipiélago de san Andrés, providencia y santa catalina,
los raizales, son descendientes de antiguos esclavos africanos y colonos
holandeses e ingleses llegados a las islas en el siglo XVII. Poseen
características propias del contexto insular afrocaribeño y han demostrado una
resistencia cultural impresionante que se evidencia en el uso cotidiano del
idioma creole, la religiosidad, las formas tradicionales de producción-pesca y
agricultura-, los lazos familiares y comunitarios de solidaridad, las normas
morales, la música, el conocimiento de la naturaleza y la relación con el
territorio, entre otros aspectos.
Como
todos los grupos étnicos del país, los raizales se han sentido atropellados por
las políticas nacionales de homogenización y así lo manifiestan en innumerables
documentos y cartas dirigidas al gobierno nacional en los últimos veinte años.
Las razones tienen que ver con:
- La imposición del idioma español desde 1886 hasta 1978, año en que se expidió el Decreto 1142/78 permitiendo el nombramiento de maestros nativos para la enseñanza en lenguas vernáculas de los grupos étnicos.
- La política estatal de poblamiento y mestizaje raizal-continental, mediante la promoción de matrimonios entre militares acantonados en las islas con mujeres nativas.
- La difusión de la religión católica y la obligatoriedad de su enseñanza en todas las escuelas y colegios, cuando la población raizal era eminentemente protestante.
- La pérdida del territorio. En San Andrés, la expansión comercial demandó el aprovechamiento de sectores geográficos bien ubicados, provocando la venta masiva de tierras raizales y la reducción de la actividad económica agrícola y pesquera.
- La declaratoria de puerto libre en 1953, que a pesar de sus ventajas económicas ocasionó una gigantesca migración de personas hacia el archipiélago en busca de oportunidades en el comercio y el turismo. Esto convirtió a los raizales en minoría dentro de su propio territorio. El pueblo raizal se encuentra abrumado con el debilitamiento de la identidad cultural, las pocas oportunidades de empleo y la insatisfacción de necesidades básicas –alimentación, agua potable, energía, vivienda, educación y salud- a causa de la sobre población y abuso de los recursos naturales.
El
cuadro poblacional se completa con las familias foráneas y sus descendientes,
isleños pero no raizales, cada uno con sus demandas y necesidades. En San
Andrés:
- Continentales colombianos de ingresos medios y altos que son comerciantes, hoteleros, empleados de empresas y dueños de finca raíz. La mayoría provienen del valle y Antioquia. Algunas de estas personas han contraído matrimonio con raizales y se han integrado a la vida nativa; otras, en cambio, se mantienen aisladas de la comunidad raizal.
- Musulmanes provenientes del Líbano, Palestina, Siria y otros países del Medio Oriente. Se han dedicado al comercio, son dueños de gran parte de los negocios, poseen apartamentos, casas y una Mezquita, participan en la vida política del departamento y mantienen su unidad al margen del entorno social raizal, conservando su idioma, religión y costumbres. Dentro de estos inmigrantes también hay un grupo de católicos, que se relacionan con los nativos en mejores términos que los musulmanes.
- Familias de continentales colombianos, ubicadas en los estratos sociales 0, 1 y 2, que llegaron a las islas buscando trabajo y mejor calidad de vida. La mayoría son de la Costa Atlántica y habitan en barrios de invasión; algunos se han inscrito en el Programa de Retorno de la Red de Solidaridad Social, que viene funcionando desde el año 2002. Hasta el momento se ha brindado ayuda para regresar al Continente a 152 familias, que suman 428 personas.
En
Providencia y Santa Catalina, la población aproximada es de 5.000 habitantes,
de los cuales 89% son raizales y el resto (11%) foráneos. La pérdida de la tierra para los nativos del
Municipio ha sido, en consecuencia, menor que para sus parientes de San Andrés
pero existen problemas similares en cuanto a servicios públicos deficientes,
insalubridad, pocas opciones de empleo, embarazos prematuros y educación de
baja calidad y no pertinente.
Nativos raizales reclamando por sus derechos y reconocimiento en San Andrés
El
servicio educativo para atender a los hijos e hijas de las familias inmigrantes,
que constituyen el 75% de habitantes del Archipiélago, es convencional, es
decir, no bilingüe ni etnoeducativo. Esto significa que la mayoría de niños,
niñas y jóvenes que crecen actualmente en las islas no están aprendiendo
inglés, ni creole, ni reciben suficientes enseñanzas sobre la cultura raizal
durante su escolaridad, pero viven en un territorio donde los idiomas
tradicionales son el creole y el inglés, y cuyos pobladores nativos son
raizales. En cuanto a éstos, una parte de la población en edad escolar asiste a
instituciones de educación convencional y otra a instituciones bilingües.
Frente
a la grave problemática que se vive en el Departamento ya se están tomando
medidas. Hoy se cuenta con una serie de normas legales que ayudan a buscar
caminos para resolver la situación de desventaja de los nativos y evitar que
siga aumentando el deterioro ambiental. Aparte de la Carta Constitucional, existe
la Ley 47 de 1993, el Decreto 2762 de 1991 , el Decreto 2163 de 2001 , el Convenio
169 de la OIT, la Ley 99 de 1993, el
Programa de Retorno, la Comisión Consultiva Departamental de Comunidades
Afrocolombianas y otras normas para temáticas puntuales.
La
normatividad y el proceso de descentralización abrieron la posibilidad de autonomía
para los raizales. Se crearon organizaciones para concertar con el Gobierno,
que en los últimos años se han realizado varias reuniones. Una de las últimas
fue en diciembre de 2003, cuando a solicitud de las organizaciones raizales
Ketna (Ketlëna National Association), Sos (Sons of the Soil Foundation), Amen
(Movimiento por la Autodeterminación), Afro-San Andrean Women’s, Saisol (San
Andres Solutions), Union for Community Development e Infauna (Independent
Farmers United Association) la Dirección de Etnias del Ministerio del Interior
y de Justicia organizó un taller para analizar la reglamentación de los
derechos del Pueblo Raizal. Los asistentes hicieron propuestas para ser discutidas
con el Estado sobre cuatro grandes campos:
-Política
poblacional y territorial
-
Mejoramiento de la situación raizal
-
Régimen especial
-
Modelo de desarrollo
Aparte
de las mencionadas existen otras organizaciones que representan sectores
raizales y que trabajan en el desarrollo de proyectos locales y regionales Entre
ellas están Nafasd (Native Foundation for the Archipelago’s Sustainable
Development), Integración Isleña, Movimiento Cívico, Fundación Casa de la Cultura
de North End y Red de Mujeres. Durante los primeros meses de 2004 estos grupos
han elaborado propuestas para concertar el Estado, en conjunto con las
organizaciones mencionadas arriba.
Análisis
de la información
La
población del Archipiélago especialmente al pueblo raizal enfrentado a una de
las más profundas crisis; además de la pérdida de muchas de sus características
y valores culturales, el desempleo, la falta de fuentes de nuevas alternativas
de producción, pero sobre todo, el tratamiento superficial e improvisado que le
ha dado el gobierno nacional a través de todos los tiempos a la
problemática, ha llevado a la comunidad
a asumir posiciones que pueden conducir a conflictos entre los grupos sociales
allí asentados.
Por
lo mismo, es urgente implementar procesos de re-valoración cultural como parte
de los procesos de educación formal, como participación de los mayores y toda
la comunidad, para fomentar la cultura entre los jóvenes y niños ya que serán
los transmisores directos de la cosmovisión raizal.
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